El seguro y su garantía ante las situaciones de riesgo
03/08/2015

A lo largo de nuestra vida, de una manera u otra, nos enfrentaremos a situaciones de riesgo. Riesgos que podemos denominar como “negativos” como daños físicos, posibles accidentes, pérdidas económicas… o riesgos “positivos”, como por ejemplo cuando ante la exposición de determinados riesgos se pueden obtener ganancias (invertir en un determinado negocio para obtener beneficios).
No obstante lo anterior, ¿qué debemos hacer ante una situación de riesgo?
1º: reconocerlo, es decir, darnos cuenta de que existe y de que es posible que ocurra.
2º: analizar su importancia, su probabilidad deaparición y sus consecuencias.
3ª: seleccionar la mejor solución ante el riesgo, que será diferente para cada persona, según sus recursos y sus circunstancias.
El seguro constituye una respuesta efectiva frente a las consecuencias de los riegos y garantizan la cobertura de los mismos. Mediante el pago de una cantidad de dinero de manera periódica (prima), transferimos esos riegos a una aseguradora que será la encargada de garantizar, subsanar, reparar o indemnizar todo o parte el perjuicio producido por la aparición de esas determinadas situaciones accidentales. En resumen, el pago de una prima de seguros puede garantizar la reparación, indemnización o prestación de un servicio ante los daños causados por la ocurrencia de un evento, como por ejemplo,un accidente de tráfico, o por darse una determinada circunstancia, como llegar a la edad de jubilación.
La prima es el precio del contrato de seguro. Es la contraprestación que recibe la aseguradora por hacer frente a los riesgos que está amparando la póliza. El pago de la prima es la obligación principal del tomador de un contrato de seguro.
Pero, ¿se puede asegurar cualquier bien? Pues la respuesta es que no. Sólo pueden asegurarse aquellos riesgos:
- Que no se pueda saber con certeza si ocurrirán o no, o cuándo. Por ejemplo, para un seguro de coches, el asegurado no sabe si sufrirá o no un siniestro.
- Que sean posibles, como la existencia de una gotera en nuestra casa.
- Que se puedan describir con exactitud.
- Que su fin sea legal y no vayan en perjuicio de terceros.
- Que sean fortuitos y no haya voluntad de producirlos.