Saltar al contenido principal
Buscar Buscador
Salir

Encuentra lo que estás buscando

Que no le pare el desempleo

16/04/2010

Que no le pare el desempleo

Un puesto de trabajo significa mucho más que un sueldo mensual. Para la mayoría, más del 60% de nuestro tiempo despiertos transcurre en el trabajo o realizando tareas relacionadas con el mismo. El trabajo se convierte en muchas ocasiones en nuestra seña de identidad. Cuando conocemos a alguien por primera vez, el tema de conversión inicial suele ser “¿a qué te dedicas?”, o “¿en qué trabajas?”, y de la misma forma, es muy habitual describir a nuestros conocidos por su profesión: “trabaja para la empresa X” o “es médico, informático, comercial, etc.”.  Como fuente de ingresos, el puesto de trabajo que usted ocupa condiciona su estilo de vida, pero también representa la seguridad y las posibilidades de futuro de su familia.

Por todas estas razones, la pérdida de un empleo puede ser un acontecimiento realmente traumático, creando no sólo problemas económicos, sino también multitud de conflictos personales. El riesgo real de no poder afrontar las deudas e incluso de perder la vivienda, existe para muchas familias. La sensación de pérdida de identidad y el estrés producido por no llevar el control sobre la situación económica pueden hacer estragos en la autoestima de una persona en el paro y dificulta sus relaciones sociales y familiares.

Pero por muy dramático que sea quedarse sin empleo, es importante no culparse a uno mismo ni sentir vergüenza. Hasta en las épocas económicas más boyantes, es perfectamente normal que cierto porcentaje de la población se encuentre sin empleo. Siempre existen situaciones puntuales de transición entre trabajos, y habitualmente se producen fluctuaciones entre la oferta y demanda de empleo, debidas a la estación del año o a cambios sectoriales o demográficos, entre muchos otros factores. Por desgracia, en la economía actual, el desempleo es una realidad para muchas personas. Afecta a trabajadores de nueva incorporación al mundo laboral y a ejecutivos con años de experiencia, a empleados de multinacionales y de empresas familiares, y a todos los sectores de actividad, incluso durante períodos de tiempo prolongados. En muchísimas ocasiones el trabajador ni tiene la culpa ni podría haber evitado la pérdida del empleo.

¿Cómo puede superar esta situación?

Si usted se encuentra en el paro, o piensa que podría perder su empleo, debe saber las respuestas a ciertas preguntas.

  • ¿Tengo derecho a cobrar una ayuda por desempleo? ¿Qué cantidad y durante cuánto tiempo?
  • ¿Qué pasa cuando se acaba el plazo con derecho a cobrar el paro?
  • Mientras cobre el paro, ¿seguiré cotizando para la jubilación?
  • ¿Qué otras ayudas existen?
  • ¿Qué otras consideraciones debo tener en cuenta para gestionar mis finanzas personales?

Si todavía tiene trabajo, recuerde que la prevención es la mejor medicina. Ahora, más que nunca, es importante ahorrar mes a mes para acumular un fondo de emergencia suficiente para ayudarse a superar momentos difíciles. Incluso si cobra una prestación por desempleo, un fondo de emergencia le permitirá afrontar la situación con más seguridad.

Si llega el despido, en primer lugar, controle sus emociones. Dependiendo de las circunstancias, puede ser normal sentirse enfadado o amargado, pero no permita que un estado de ánimo negativo le perjudique aún más. Salvo que se haya cometido alguna ilegalidad para poner fin a su relación con la empresa, suele ser mejor quedar bien para poder pedir buenas referencias y dejar las puertas abiertas. Dicho esto, no hay que firmar nada precipitadamente. Conozca bien sus derechos, y si considera que no le están dando la indemnización que le corresponde, con la cabeza fría, consulte con compañeros, o con un asesor sindical o jurídico.