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Juntos pero no revueltos

19/04/2010

Juntos pero no revueltos

Aunque haya optado por compartir su vida con otra persona, es recomendable que cada uno mantenga cierto grado de independencia para gestionar sus finanzas personales. Esto es aplicable sea cual sea el régimen económico elegido.

Cuentas bancarias

Una decisión a tomar es hasta qué punto unir o mantener separadas las cuentas bancarias. Un arreglo que puede dar buen resultado es distinguir entre "lo nuestro", "lo tuyo" y "lo mío".

Cuentas conjuntas:Las cuentas para "lo nuestro" deben tener prioridad sobre las personales. Conviene mantener:

  1. Una cuenta a la vista conjunta para los gastos comunes: la hipoteca y otros préstamos de ambos, luz, agua, comunidad, comida… Puede ser conveniente que cada miembro de la pareja tenga una tarjeta de débito y una tarjeta de crédito para sacar dinero y para pagar los gastos no domiciliados (como por ejemplo la comida). Pero es muy importante ponerse de acuerdo de antemano sobre qué gastos se consideran comunes y no utilizar estas tarjetas para compras personales. También conviene comentar y llegar a un acuerdo antes de utilizar la tarjeta para cualquier adquisición importante.
  2. Una cuenta de ahorro remunerada conjunta para el dinero destinado al fondo de emergencia. Este fondo tiene como objetivos cubrir gastos extraordinarios y servir de colchón de seguridad en caso de pérdida temporal de ingresos. Conviene mantenerlo en una cuenta distinta a la utilizada para pagar los gastos normales. No hay que retirar dinero de este fondo excepto en caso de emergencia y siempre de mutuo acuerdo.
  3. Inversiones a largo plazo a nombre de los dos para los objetivos comunes: la compra de una casa nueva, la educación de los niños, unas vacaciones importantes, la jubilación.

Cuentas separadas:Por muy bien compenetrados que estén usted y su pareja, no siempre van a tener el mismo criterio de gasto. Es muy recomendable que cada uno disponga de su propia cuenta con dinero para sus caprichos personales.

OJO: Una cuenta separada no implica una falta de confianza en su pareja, ni tiene por qué ocultarse su existencia. Tener una cierta libertad para ahorrar o gastar el dinero propio a discreción puede evitar muchas discusiones.

Lo más importante es primero cumplir con las contribuciones necesarias para la cuenta en común y después destinar lo sobrante a las cuentas individuales.

La combinación de cuentas conjuntas y cuentas separadas es igualmente beneficiosa y aplicable a las parejas en las que uno de ellos no tiene ingresos propios. Dedicarse a las labores de casa y al cuidado de los niños es un trabajo tan importante (o más) que cualquier empleo fuera de casa y significa una aportación crucial a la familia. Sería una injusticia y el origen de mucho resentimiento si el miembro de la pareja que queda al cuidado del hogar tuviera que pedir dinero para cualquier gasto personal. Mantener una cuenta separada para cada cónyuge es una forma de reconocer y respetar las aportaciones de cada uno.

Impuestos

Las personas casadas tienen la opción de hacer la Declaración de la Renta de forma individual o conjunta. Esta opción existe tanto si trabajan los dos cónyuges como si sólo tiene ingresos uno de los dos. Si se hace de forma conjunta, se suman los ingresos, gastos, retenciones practicadas y se calculan las deducciones aplicables para el conjunto. 

Se puede solicitar el borrador a la Agencia Tributaria en la modalidad más ventajosa.

Que resulte más favorable (tener que pagar menos o que la devolución sea mayor) una opción u otra depende de las circunstancias particulares de la pareja. En general, la tributación conjunta sale más favorable cuando uno de los esposos no tiene ingresos, o cuando tiene ingresos muy pequeños. La tributación individual suele salir más favorable cuando se tiene una hipoteca o cuando cada esposo tiene ingresos elevados, ya que el importe de las deducciones a las que tiene derecho será mayor.

De todas formas, siempre conviene calcular la declaración para las dos modalidades, individual y conjunta, para saber cuál conviene. La Agencia Tributaria facilita este cálculo a través del programa PADRE y también da la opción de solicitar el borrador de declaración (para aquellos contribuyentes cuyo perfil coincide con el del borrador) en la modalidad más ventajosa.

Seguros

A veces se puede ahorrar combinando los seguros en una misma compañía.

Si cada cónyuge ya tiene su propio seguro, calculen costes y coberturas para decidir si se mantienen pólizas separadas o combinarlas. Muchas compañías de seguros ofrecen planes familiares que resultan más económicos que mantener dos individuales.

Si cada uno tiene su propio coche asegurado por compañías distintas, puede ser posible obtener un descuento al pasar los dos a una misma aseguradora. Sin embargo, si uno de los cónyuges ha dado muchos partes hay que tener cuidado, para que cambiar los seguros no represente primas más altas para ambos.

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