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La importancia de la diversificación

20/04/2010

La importancia de la diversificación

Una premisa fundamental de la inversión financiera es que:

La diversificación es la mejor forma de reducir el riesgo de inversión.

Diversificar significa “no meter todos los huevos en la misma cesta”.

Imagínese que tiene usted 10.000 € para invertir y lo utiliza todo para comprar acciones de una sola empresa. Si baja la cotización de esa empresa o si la empresa quiebra, toda su inversión registraría una pérdida. Es decir, su rentabilidad dependerá de los resultados de una sola empresa. Sin embargo, si divide los 10.000 € entre varios instrumentos, su rentabilidad dependerá del promedio de rentabilidad de todos. Las ganancias de unos pueden compensar las pérdidas de otros.

Como ya hemos comentado, lo normal es tener varios objetivos financieros, con diferentes horizontes de tiempo. Necesitará entonces más de un producto de inversión para alcanzarlos. Recordamos que se llama cartera al conjunto de instrumentos financieros que un inversor mantiene en un momento determinado: acciones, bonos, fondos de inversión, depósitos bancarios, plan de pensiones, etc.

Así, puede usted tener unos títulos de mayor riesgo, otros más seguros pero con menos rentabilidad, unos a corto plazo, otros a medio y otros a largo. Lo importante es que el conjunto de la cartera corresponda a su perfil de inversión y le permita ir atendiendo sus necesidades a medida que estas se presentan.

Para reducir el riesgo asumido y lograr el conjunto de sus objetivos, es recomendable diversificar:

Puede mantener títulos con distintos grados de riesgo, liquidez y horizonte temporal. Lo importante es que el conjunto, o "cartera", corresponda a su perfil de inversión.

Con diferentes categorías de activosEs decir, mantener una combinación de renta variable, renta fija y activos del mercado monetario, en unas proporciones que dependerán de su perfil de inversor.

Con diferentes títulosEs decir, combinar títulos con diferentes niveles de riesgo, rentabilidad y liquidez: acciones de distintas empresas, bonos y obligaciones de diferentes emisores y con distintos vencimientos, diferentes tipos de fondos de inversión, etc.

Diversificación de sectores:Según los ciclos económicos, unos sectores de actividad tienen más éxito que otros. Por ejemplo, durante épocas de recesión lo normal es que las empresas que producen bienes de primera necesidad (alimentos, energía) sufran menos que las empresas de construcción o las tecnológicas. Sin embargo, si la economía va bien, estas últimas pueden prosperar mucho, y sus acciones pueden producir una rentabilidad superior a la media. Mantener títulos de empresas de diferentes sectores evita que la posible crisis de un sector afecte a toda la cartera. 

La posibilidad que tiene de mantener una cartera bien diversificada estará condicionada por su capacidad económica. No todo el mundo dispone del dinero suficiente para invertir en muchos títulos. Pero aunque sólo puede adquirir dos ó tres productos, hay que procurar que exista cierta diversificación entre ellos.

Los Fondos de Inversión nacieron como respuesta a la necesidad de repartir los huevos entre varias cestas. Para el pequeño inversor, representan un instrumento cómodo y eficaz para diversificar la inversión a todos los niveles.

Volviendo al ejemplo anterior, si invierte usted 10.000 € en acciones la empresa X, su rentabilidad dependerá únicamente de los resultados de esa empresas. Sin embargo, si invierte el mismo dinero en un fondo de inversión de renta variable o mixto, estará comprando acciones de muchísimas empresas. ¡Es una diversificación automática!